Quise llenar tu alma de sueños bonitos, aunque parecieran inalcanzables…
Cuando naciste y te vi a mis pies…desnudito e indefenso…te ame, porque uno ama a todos sus hijos diferentes.
Quizás presentí que serias demasiado independiente y trate en vano de retenerte.
Hoy confieso que aprendí…aunque seas carne de mi carne y sangre de mi sangre…no me perteneces.
¡Quisiera ganarle a la vida un poquito de tiempo, para tenerte a mi lado! Pero la vida no se detiene…
Aunque aun no lo creo…ya no eres el niño desnudito…de ojos negrísimos que pusieron a mis pies un día…
Hoy, yo que luche tanto por ti cuando eras niño…no te tengo a mi lado.
Otros disfrutaran momentos que creí me pertenecían…
Hoy eres mi hijo…y yo…yo siempre estaré aquí, cuando me necesites ¡yo siempre seré tu madre!
AUTORA: ELENA LISETT PEREIRA
Comentarios
Publicar un comentario