ANTONIO BLANDIN
Hoy quiero escribirles sobre un personaje que formo parte de nuestra historia como pintores, se trata del amigo Blandin, quien vivió una vida “entre la indigencia y el arte” como lo titulara El Siglo, en un reportaje publicado el día martes 13 de junio de 2000.
“Antonio Blandin jamás fue a una escuela de arte, ni es un artista victima de un terrible fracaso que le hizo tomar la decisión de convertirse en asceta. Es un hombre sumamente humilde que un buen día tomo un pincel, unos colores y un lienzo para arriesgarse a contar una historia que, según sus posibilidades, le permitiera lograr cierta trascendencia.”
En este reportaje Pavel Mudarra, se hacia preguntas buscando un sentido a la obra de este artista, que ya no se encuentra en este mundo…trataba de saber si la critica lo catalogaría como pintor popular o si sus obras eran simples manchones producto de estados alterados de conciencia debido a la intoxicación etílica…
Yo no se mucho de pintura, tampoco asistí a una escuela de arte y me importa un bledo lo que opinen los críticos de arte sobre mi.
Pienso que los verdaderos artistas nacen en los lugares menos indicados y que a pesar de que todos los seres humanos poseemos estas condiciones artísticas, muchas veces no se desarrollan a su máxima potencia por circunstancias de vida que se escapan a nuestras expectativas.
Pienso que El Loco Blandin, fue un artista en todo el sentido de la palabra, quizás mucho mas que esos que tienen cuadros en todos los salones, por autentico y humilde, por tesonero y audaz.
Hay otra parte del articulo, donde dice: “según sus palabras-esto habría que comprobarlo-participo en algunas ediciones del Salón Aragua, seguramente en sus comienzos; en el salón de arte popular de Trujillo, en el Francisco Lazo Martí de Calabozo, en la Bienal De Arte Popular del Museo De Petare, lo cual le ofrece un reconocimiento social, pero no cambia su historia, tampoco su situación. Es quizás su mismo sentido, aquí encuentra la reafirmación de un porqué, gracias al cual continua con su búsqueda.
Pero nuestra incógnita continua exactamente igual, cuando le preguntamos por que pintaba, él mismo no supo responder e incluso muchos artistas reconocidos tampoco saben responder a esta pregunta, probablemente debido a que este es un hecho que esta fuera de sus propias consideraciones, es simplemente una realidad que forma parte de sus vidas, la que no cuestionan, ni entienden o tratan de investigar. Investigan técnicas o por que temas caminan, pero nunca que los mueve a pintar.”
Tengo dos anécdotas que le darán veracidad a la participación de Blandin en salones muy importantes de nuestro país.
En una oportunidad, lo encontramos en Cagua, la artista plástico Maripaz Sobreira y yo, siempre tan gentil y caballeroso se nos acerco y al ver que veníamos sofocadas nos invito a comer y beber algo en el restorán donde se llevaba a cabo el salón “encuentro entre dos mundos”, nada económico.
Maripaz me dice bajito, solo le vamos a aceptar un refresco para las dos ¿con que va a pagar el pobre Blandin? El muy diligente llama al mesero y nos traen el refresco, cuando fue a pagar casi tuve que cerrarle la boca a Maripaz, resulta que Blandin acababa de cobrar un premio que se había ganado en un salón, creo que con una escultura, la cartera no le cerraba pues los billetes no le permitían doblarla. Al salir de allí nos reíamos las dos por las sorpresas que siempre nos deparaba Blandin, nosotras nunca hemos ganado un premio en un salón, a mi ni siquiera me han aceptado un cuadro y Blandin era de los que llevaba su obra para todas partes ¡y ganaba!
En otra ocasión, el circulo de pintores en pleno fue a acompañar a la Sra. Vicentica a recibir un premio que había ganado en el salón Francisco Lazo Martí de Calabozo, ¿adivinen quien estaba allá? Pues si, el amigo Blandin. Cuando nos tocaba regresarnos Blandin se nos acerco para pedirnos la cola y todos empezamos a bromear pues Blandin no se bañaba, ni se cortaba el cabello. Los hombres por mortificar a Vicentica empezaron a decir que lo iban a dejar y ella indignada los regaño a todos diciéndoles “es un compañero y por que huela mal no lo vamos a dejar botado por aquí, puede pasarle algo malo” entre la risa de todos, incluyendo al mismo Blandin.Se subió al autobús y cuando habíamos recorrido unos pocos kilómetros, Toro otro de los pintores comenzó a cantar hey jude ¡y en ingles!, Julio Delgado no se quedo atrás, empezó a cantar pasodobles, Y para sorpresa de todos…Blandin se levanta y comienza a cantar ¡también pasodobles con una potente y afinada voz que redujo a coro a todos los demás cantantes!
Yo no digo que era el mejor pintor, pero lo que si no pongo en duda es que era un artista en todo el sentido de la palabra.
Que no sabemos porque pintamos, eso lo voy a responder como le respondió Pablo Picasso a un periodista que le hizo una pregunta similar al ver el Guernica ¿que quiere decir Ud. con su obra? A lo que el le respondió, yo solo pinto…
Cuando me dijeron que Blandin murió, sentí una gran pena, porque todos los artistas de una o otra manera somos Blandin, somos soñadores que tejemos sueños entre pinceladas que manchan un lienzo o una pared, llenando los espacios con las visiones producto de estados alterados de conciencia debido a la intoxicación creadora, porque no hace falta beber alcohol para embriagarse, también embriaga lo que produce placer inmenso a los sentidos…
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